"La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle"

"La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle"
"La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle" María Montessori.

domingo, 30 de marzo de 2014

AMELIA QUIERE UN PERRO...SEAMOS RESPONSABLES.

Seguro que en más de una ocasión vuestro hijo/a os ha sorprendido con eso de "Yo quiero tener un perro", desarrollando todo tipo de estrategias y triquiñuelas que lo reafirman cada vez más en su deseo.

Una mascota es uno más de la familia, con algo más que necesidades fisiológicas como comer, dormir o hacer sus cositas. Una mascota necesita contención, un montón de mimos, jugar y salir a dar largos paseos. No cabe duda de que un perro en casa nos abre la puerta hacia nuevas experiencias, diversión, múltiples anécdotas. Pero sobre todo tener una mascota es asumir  UNA ENORME RESPONSABILIDAD, porque su vida, !sí, sí! su vida depende de nuestras decisiones. 

Un perro, un gato,..., no son objetos con los que satisfacer caprichos personales. No son un bonito regalo del que deshacernos cuando ya no son ese cachorro que llegó con su lazo y todo, cuando nos aburrimos, !NO, NO y NO!. 

Antes de tener una mascota hemos de evaluar, desde la PLENA CONSCIENCIA, si realmente podremos ofrecerla un hogar de verdad, acogerla como uno más (al fin y al cabo el sofá también termina siendo suyo:)

"Amelia quiere un perro", un precioso álbum ilustrado por Andre Nevés y escrito por Tim Bowley, ha sido la excusa para trabajar el valor de ser responsables y respetuosos con los animales, en definitiva con la vida que fluye en el día a día. 

Una mascota nos acompaña durante un buen tramo de nuestro camino vital, acariciando nuestras emociones con su capacidad empática, consolando nuestro llanto y disfrutando con nosotros la esencia de las cosas. Además es un compañera de juegos y de retos de los niños.

Yo misma tengo un perruco que me colma de felicidad y de alegría, un corazón enorme y transparente. Nunca podré concebir la irresponsabilidad ni la bajeza humana de quien maltrata, experimenta o abandona a un animal destrozando su vida y exponiéndolo a un futuro incierto: frío, hambre, sed, soledad, pánico, y quién sabe qué... Es algo que me entristece profundamente, que me hace enfadar y sentir vergüenza ajena. 



 "El problema humano básico
es la falta de compasión. 
Mientras este problema subsista,
subsistirán los demás problemas.
Si se resuelve 
podemos esperar días más felices."

Dalai Lama.

A los pekes es un cuento que les ha gustado mucho, algunos me han contado todo lo bien que se lo pasan con su perro o su gato, incluso alguno tiene en el pueblo un dálmata. Hemos dialogado acerca de la responsabilidad que implica el cuidado y la atención a un animal y de cómo se siente emocionalmente un animal dejado a su suerte: triste y con miedo. 

Les he contado una historia que he conocido hace poco: la historia de Laika, una perrita noble, buena e inofensiva que vagaba sin hogar, ¿tal vez la abandonaron?, por las calles de Moscú, hasta que fue hecha prisionera de la idolatría a la avaricia de un ser humano egoísta, sometida a pruebas muy duras que debilitaron su salud para ser lanzada al espacio. Murió de pánico. Mecano rinde homenaje a Laika, una canción que me hace llorar sobre todo al ver a la perra sonriente, de mirada limpia y transparente, ajena a su final: un final dibujado por la irresponsabilidad que quien la dejó a su suerte y por el capricho de un ser humano empeñado en seguir construyendo Torres de Babel sobre bases de barro.

En el post anterior podéis encontrar esta canción con la que he de reconocer he llorado muchísimo.

Un abrazo muy fuerte para todos!

Patrizia Torre

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